domingo, 10 de noviembre de 2013

Noticias - Día de Muertos

El Día de Muertos es considerado la tradición más representativa de la cultura mexicana. La celebración se lleva a cabo en dos días: el 1 de noviembre es dedicado al alma de los niños y el 2 de noviembre a la de los adultos.

El origen del Día de Muertos tiene antecedentes relacionados con el mestizaje. Comprende rasgos culturales indígenas y españoles que al mezclarse dieron lugar a todos los ritos y ceremonias que se realizan alrededor de la festividad.

Aunque la celebración anglosajona de Halloween se ha popularizado entre la población, en la mayoría de los hogares mexicanos la tradición perdura y se colocan ofrendas con elementos muy particulares.

A continuación cinco de los principales aspectos de éstos días:

Ofrendas como bienvenida.
© Kiev Murillo

La creencia popular es que las almas de los seres queridos que se nos fueron regresan de ultratumba durante el Día de Muertos. Por tal motivo, se les recibe con una ofrenda donde se coloca su comida y bebida favorita, fruta, calaveritas de dulce y, si fuese el caso, juguetes para los niños. No faltan las fotografías de los difuntos y las coloridas flores de cempasúchil.

Iluminando el camino de regreso a casa.
© Kiev Murillo

Una parte importante de ésta tradición implica visitar los cementerios. Ya sea durante el día o la noche, las familias acuden y colocan velas sobre las tumbas como una forma de iluminar el camino de las almas en su regreso a casa. Muchos pernoctan en los panteones que abren las 24 horas durante esas fechas. Otros más contratan grupos musicales que interpretan las canciones preferidas de los difuntos al pie de su sepulcro.

El humor mexicano frente a la muerte.
© Kiev Murillo

En México se percibe a la muerte de una manera muy peculiar. Los mexicanos utilizan la sátira para burlarse de ella. Ejemplo de ello es la popular “Catrina”: una calavera vestida con diferentes atuendos como muestra de la presencia de la muerte en todo lo cotidiano.

Las calaveras literarias.
© Kiev Murillo

En la celebración del Día de Muertos las calaveritas de dulce no son las únicas protagonistas. La cultura popular mexicana encuentra diversos medios de expresión para mostrar su sentir por esta tradición. Entre las más populares se encuentran las famosas calaveras literarias; se trata de versos rimados que ironizan situaciones de personajes populares e impopulares usando el tema de la muerte con una intención humorística. Cada año se promueve ésta actividad cultural mediante concursos en los que se premia la creatividad y la picardía de las composiciones.

El pan de muerto que se comen los vivos.
© Kiev Murillo

Algo infaltable en cada cena y ofrenda es el delicioso pan de muerto. Los hay de diferentes estilos y formas. El más popular es redondo, cubierto de azúcar blanca o roja, con tiras que simulan huesitos. También están aquellos con formas de esqueletos o animales. Los ingredientes pueden varían dependiendo de la región, como es el caso de los panes cubiertos con ajonjolí, típicos de Xochimilco.

Algunos datos interesantes sobre el día de muertos
© Kiev Murillo

Se presume que la practica de pigmentar con color rojo el azúcar que cubre el pan de muerto fue idea de los españoles como una respuesta simbólica al rechazo de los sacrificios humanos que realizaban las culturas prehispánicas en honor a sus dioses.


El color de la muerte en el México prehispánico es el amarillo. Por ello la flor de cempasúchil es utilizada tradicionalmente en la ofrenda del Día de Muertos.


En algunas regiones de Michoacán los niños son los encargados de velar en los panteones el día primero de noviembre.


La adaptación cultural que se hizo del popular "Trick-or-treat" utilizado por los niños estadounidenses en Halloween, en México cambió por "¿me da mi calaverita?".


Algunos de los sitios más atractivos para visitar durante el Día de Muertos por el colorido y la emotividad con que llevan a cabo ésta tradición son Janitzio, Mixquic y Xochimilco.

Fuente:
http://enmexico.about.com/od/Cultura-en-movimiento/tp/Cinco-Formas-De-Celebrar-A-La-Muerte.htm

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